Hoy hemos conversado con la doctora María del Pino Alonso, de la Unidad de Trastornos Obsesivo-Compulsivos del servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge, sobre el Síndrome de Acumulación Compulsiva. Ella nos ha ayudado a comprender mejor esta nueva patología de la que sabemos más bien poco pese a que ya afecta al 4% de la población mundial.
El 50% de las personas que sufren el Síndrome de Acumulación Compulsiva, consistente en guardar cosas en casa por si algún día resultaran necesarias, no presentan un cuadro de Trastorno Obsesivo Compulsivo. Este es un dato clave para entender más a fondo una variante poco estudiada y que hay que diferenciar del Síndrome de Diógenes. “En el caso del Síndrome de Diógenes, la patología está asociada a una demencia y las personas que la sufren viven en un estado de dejadez. Ellos mismos no se cuidan, no se lavan y no mantienen ni su higiene corporal ni la de sus casas, por lo que acumulan basura orgánica en su interior favoreciendo la aparición de plagas de insectos, etc”, nos explica la Dra. Pino Alonso. Las personas afectadas por el Síndrome de Acumulación Compulsiva se caracterizan, por su parte, por tener grandes dificultades para deshacerse de objetos que la mayoría de la población considera inservibles. “Las personas que lo sufren parecen normales y fuera de sus hogares no parece que tengan ningún problema, pero luego, cuando se va a sus casas, se descubre que están abarrotadas de objetos inservibles o sin valor”, apunta la Dra Pino Alonso.
Estas personas almacenan ropa, muebles viejos o libros, que tienen para ellos un gran valor sentimental, apuntes, trabajos de escuela, diarios y revistas antiguas, por si algún día necesitan volver a consultarlos, o maderas por si algún día necesitan fabricar un mueble. “Todos podemos sentir la necesidad de guardar objetos con un determinado valor sentimental para nosotros. El problema se produce cuando esta necesidad dificulta nuestro día a día, cuando la acumulación de objetos hace impracticable nuestra casa, con riesgo incluso de incendio o caídas, y cuando nos sentimos avergonzados de recibir visitas en casa porque entendemos que la situación no es normal”, expone la Dra. Pino Alonso, autora junto a los doctores Alberto Pertusa, David Mataix-Cols y José Manuel Menchón, del Departamento de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge, de un estudio realizado con la colaboración del Institute of Psychiatry de Londres en el que desvinculan esta patología del Trastorno Obsesivo Compulsivo y abren el camino para continuar investigando. Según este estudio, publicado en la revista American Journal of Psychiatry, padecen este síndrome quienes suelen ocupar con sus cosas más de dos tercios del espacio habitable de una vivienda, concretamente entre un 70,1% y un 74,1%.
Vinculación emocional con los objetos
Las personas que padecen el Síndrome de Acumulación Compulsiva desarrollan una vinculación emocional con los objetos o incluso creen que pueden serles de utilidad más adelante, por eso los guardan de forma poco ordenada y siempre dicen que planean hacerlo más adelante. En sus casas se encuentran armarios llenos de ropa amontonada, la mitad de los pasillos está ocupada por los objetos, también las habitaciones que no se usan están llenas e incluso parte del comedor por lo que aumenta el riesgo de incendio y la limpieza del hogar queda dificultada hasta el punto de llegar a ser un riesgo para la salud. La Dra Pino Alonso recuerda un caso clínico en el que una señora mayor almacenaba cientos de tubos del papel higiénico porqué había visto que en las guarderías los utilizaban para hacer trabajos manuales. Ella los guardaba por si algún día tenía un nieto podérselos dar. “Lo que la señora quería no era guardar el papel, sino tener un nieto. A veces canalizas en los objetos las dificultades o anhelos que tienes en la vida”, asegura la Dra. Pino Alonso.
La investigación del Síndrome de Acumulación Compulsiva es un área nueva que, según los investigadores, ha permanecido oculta hasta la fecha. “Los pacientes acostumbran a silenciarlo porque encuentran normal su actitud y son los familiares, si los hay, los que alertan sobre la situación de la persona. Por este motivo, no hay unos criterios de diagnóstico establecidos y es una patología poco conocida”, apunta la Dra. Pino Alonso antes de explicar que el tratamiento del Síndrome de Acumulación Compulsiva es complicado porque no existen fármacos para poder hacer frente a la patología, que se trata con terapia psicoterapeuta de tipo conductual: “El tratamiento más prometedor parece el psicológico, en el que el terapeuta ayuda al enfermo a entender que no es necesario guardar todos esos objetos. Pero es muy importante que el paciente entienda e interiorice esta información porque no serviría de nada limpiar la casa para que después, cuando el terapeuta haya marchado, la vuelvan a llenar de cosas”. Por eso la Dra. Pino entiende que la mejor manera de actuar es la de encontrar el método para que el enfermo pueda deshacerse de los objetos, es decir, que halle la manera de vivir sin esas cosas y poder superar así la ansiedad que sufren, ese “lo guardo por si acaso...”, en el momento de tirarlos. “Nuestro primer objetivo es que dejen de acumular. Es decir, que salgan de casa y regresen sin nada nuevo, sin revistas, diarios o folletos publicitarios. El segundo paso que damos con ellos es el de enseñarles a organizar el espacio. La idea es trabajar con tres tipos de cajas clasificadoras en la que se priorice el valor de los objetos: En el primer tipo de caja pondrán los objetos de uso cotidiano, en la segunda depositarán los objetos que pueden utilizar a largo plazo y en la tercera los que no volverán a utilizar. El primer paso es desprenderse de esta última caja para liberar espacio y poder vivir en casa. Luego, una vez superada esta fase ya se abordaran los siguientes objetivos. El gran reto no es tirar los objetos sino lograr que el paciente se de cuenta de porqué guarda el objeto para que se pueda deshacer de él”, concluye la Dra. Pino Alonso.
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